
Este año aprendi...
que soy más fuerte de lo que pensaba
que siempre seré una gran metedora de pata
que no lidio tan bien con la soledad como pensaba
que tengo pocos pero grandes, grandes amigos
que amo demasiado a mi familia
que tengo problemas de envidia (sana)
que siempre está bueno dar segundas oportunidades
que un mate puede ser el paraíso por todo lo que implica
que no soy fría
que amar equivale a respirar
que perdí la fe en muchas cosas en las que debería creer (nada de dogmas, no me interesan)
que amo Tartagal
que la gente me puede sorprender
que lo sobreprotejo a mi padre
que soy feliz al ver que mi gente es amada por otras personas, aún cuando yo no tenga esa misma dicha
que sigue siendo doloroso romper una amistad, aun cuando no tenga cómo sostenerla
que necesito llorar más seguido
que desearía poder hacer duelos inmediatos y más rápidos
que mi mente puede seguir abriéndose y nunca debería detenerse
que los prejuicios están para derribarlos
que nada es tan simple
que el calificativo "mejor amigo" no tiene sentido en mi vida, porque el simple hecho de llamar a alguien amigo es suficiente para demostrar el enorme amor que le tengo
que la música y el cine y los libros tienen poderes curativos
que soy valiente y eso cuenta para algo
que tengo miedo que nadie me llegue a amar y me quede sola
que todavia me queda mucha gente valiosa para conocer
que debo alejarme de todo aquello que me destruye (pero cómo?)
que tengo muchas cosas por las cuales ser feliz
que, aunque yo todavía no lo sepa, soy feliz