sábado, 30 de agosto de 2008

La incierta ciencia del olvido

No debe haber cosa más difícil en este mundo que dejar de amar a un genio.
Después de semejante caída, no hay vuelta atrás.
Supongo que este posteo es sólo para entendidos.
Sin embargo, creo que es una dolencia universal. Algunos se enamoran de locos, otros de personas que viven en un drama eterno, algunas tienen suerte y les toca un caballero, otras un sabandija... Pero si esa persona te corresponde, el misterio está resuelto.
El mío es un amor imposible, que creía olvidado. Como un sueño de la adolescencia sumamente insensato y a la vez lógico. Pero hoy supe, de hecho, que anda por ahí descifrando fórmulas.
Y yo he quedado estancada en la incógnita de cómo olvidar a un genio.