lunes, 21 de enero de 2008

Una improbable historia de amor

Hace una semana apareciste entre las nieblas de mis ensoñamientos tercos, algo escondido y al acecho.
Luego tus apariciones se hicieron algo frecuente en mis sueños. Aparecía re poquito, como de paso. Y ayer por fín hablaste...
¡En mi sueño me llamabas por teléfono! Y me dijiste tu nombre, aunque algo cambiado porque te confundí un poco con el protagonista de mi guión.
Me desías que me querías ver y yo de la sorpresa no te podía responder a tiempo. Mi voz reaccionaba con efecto retardado.
Espero que sigas apareciendo. Tu rostro oportuno dispara mis reacciones más ridículas y tus dichos totalmente improbables.
Me divierte saber que lo nuestro nunca podría ser. No me entristece porque no te conozco bien. has estado cerca mío siempre, sin darme cuenta de tu existencia. Y no pretendo mucho. En realidad, nada. Creo que no corresponde.
Si te animaras y mañana me detuvieras el paso en la esquina y me propondrías lo que no puede ser, quizás me convencerías de hacer mis típicas apariciones ridículas frente a vos, que me gustás, pero esta vez en la realidad. Priorizando lo real ante las construcciones inverosímiles de mi mente.
La última vez que te ví eras vos, galante, con tus manos en alza y el corazón a la deriva.
Y así me gusta recordarte. Estirándome desde donde estaba para verte, comprobando que vos también me buscabas entre la muchedumbre.
Si te volveré a ver pronto, no lo se. No tengo expectativas. El pozo, antes desbordante de estas, está hueco, triste y rodeado de fantasmitas que juegan a las cartas a su alrededor, esperando que yo despierte, para poder asustarme con la posibilidad ínfima y latente de un amor que revolucione mis neuronas.
Pero es lindo saber que me mirás y vas más allá de mi mirada esquiva. Sentir que decís mi nombre en diminutivo, con una dulzura a la cual no estoy acostumbrada.
Pero mi realidad junto a vos la he censurado. o mejor dicho, trato de evitar que mi imaginación se expanda.
Para qué sumirme en una existencia alucinada, con mis muebles tambaleando debido a la falta de un suelo firme en el cual sostenerme.
Espero que lo entiendas.
Pero a mis sueños no los controlo. En esas poquitas horas de sueño profundo los fantasmitas dejan de lado las cartas y hacen travesuras con mis deseos y culpas, los enredan en una maraña de nervios y pestañeos, para luego escapar sin dejar rastros.
Aunque debo admitir que siempre me hago la tonta y les dejo pasar sus metidas de pata. Y lo hago porque, aunque no lo suelo admitir, soy una romántica totalmente perdida, con una profusa e incontenible imaginación.
Soy un caso perdido, como dice Beck. Sabelo.
Y espero verte. Pronto. La próxima semana. Una tarde de esas en las que camino por Tartagal, sin esperar nada, con la mente en blanco al principio, permeable para que todo lo que vea en el camino afecte mis pasos y haga de esa caminata una que sea digna de ser recordada.
Quisiera ver tus bellos ojos, esperándome en alguna esquina. Y yo, sonriéndote. Sin esperar nada a cambio. Sólo una pequeña conversación, una lluvia incipiente de fondo...
Mucho pedir???

Recordar, nunca olvidar

Años, vidas, susurros, sueños. Todo aniquilado.
Chicos de mi edad o unos años mayores que yo, cuyas almas deambulan por nuestro suelo y lo harán siempre. Esperando que los reconozcamos, que construyamos desde los cimientos incompletos que nos dejaron, porque manos frías, manchadas con sangre y violencia, se encargaron de desaparecerlos de nuestra historia.
Eran sus historias y eran mis historias. Somos producto de todo aquello que a este país le ha tocado en suerte. Y es un deber de cada uno mirar atrás y recordar, siempre, todo lo que sucedió, lo bueno y lo malo, para no permitir que aquellos hechos infames se repitan de nuevo.
Tampoco debemos dejarnos engañar por el tiempo. Éste es camaleónico, nos manipula, nos encierra en su facultad efímera. Creemos que porque ya pasaron 32 años, aquellos hechos atroces están lejos.
Todavía la metodología de los ´70 sigue consumiendo ciudadanos nobles, trabajadores, honestos, como Jorge Julio López, quien a pesar de que su vida estaba en juego, fue y contó lo que vió y sufrió durante el proceso militar.
Y lo hicieron desaparecer. De un día al otro. No quedaron rastros de su inmensa humanidad.
Su testimonio de las miserias que Miguel Etchecolatz junto con otros asesinos plantaron en nuestro territorio, arrancando de raíz vidas inocentes, apoderándose de bebés que no eran suyos, devastando toda posible libertad de expresión, implantando el horror en la calles y en los hogares... esas palabras dichas por López con el simple objeto de ayudarnos a no olvidar, lo hicieron un desaparecido más.
Un desaparecido más. Pero en democracia. Ante nuestras narices. Sin que podamos hacer mucho más que recordarlo. Que es al fín y al cabo lo que él hizo por nosotros. Recordar, nunca olvidar. Y no permitir que la sociedad padezca de amnesia.
Hay muy pocas pistas en su caso. De más está decir que no se entiende el por qué de la falta de información ¿A esta altura nadie sabe nada?
Sí saben. Los que tienen el poder saben. Siguen protegiendo a la gente equivocada, protegiendo sus propios intereses y dañando a la sociedad con su distintiva impunidad.
Todavía desaparece gente.
¿Acaso volvimos al miedo de aquella época, en la que la gente veía el horror de frente?
32 años después. La misma historia.
Con mis veinte años a cumplir en poco tiempo, sin ganas de meterme en una política contaminada que permite que la desaparición de Jorge Julio López siga sin respuestas, voy a hacer lo que me piden los testimonios que hoy leo en el "Nunca Más".
Voy a escuchar aquellos murmullos de chicos que a mi edad eran sometidos a los impulsos sádicos de los que tenían el poder en el ´76: militares (autoridades navales y aeronáuticas incluidas), policías, jueces con sus legajos manchados de sangre, los civiles encargados de los infames "grupos de tareas" y las torturas.
Voy a recordar todo. Imprimiré los testimonios de los sobrevivientes en cada huella que deje, en cada paso del camino. Recordaré a los responsables y también a los cómplices, como verdaderos asesinos. La sangre clama justicia.
Y es el deber de todos no dejar que nadie olvide lo que sucedió. Y lo que sucede todavía.
Cada uno sabrá cómo recordarlos. En la vida de uno o ayudando a otros a recordar.

El pasado

Algo de lo que dice Isabel Allende en "La suma de los días" lo puedo percibir en la casa de mi abuela.
Más de 30 años inscriptos en las paredes. Cada rincón tiene su historia, para cada persona que lo recorrió.
Por mi parte puedo contar que aquí viví gran parte de mi vida. Siempre fue una especie de oasis luego de estar 5 días de la semana en la escuela.
He festejado cumpleaños en esa casa ante la ausencia de alguno de mis padres (no hay reproches), he conocido allí a algún chico que años después me terminaría volviendo loca, he aprendido a usar una computadora en sus tiempos primitivos...
El tejado de la terraza donde me he recostado varias veces para ver las estrellas, entender lo que siento y quiero, y para hablar con el Negro.
Las fiestas llenas de gente para recibir el año nuevo y que ya no son lo mismo.
Los retratos de los siete nietos nos han estacionado a sus protagonistas en el tiempo. A un costado aparece mi papá y sus tres hermanos, con sus caritas de los primeros años.
En la mesa repleta de portarretratos se destaca una foto de mi abuelo, trece años atrás.
Se lo ve desafiante, independiente, serio e imponente. El tiempo erosiona a la gente, los recuerdos y las esperanzas.
Es increíble que quede tan poco en pie de todo aquello que está a la vista en ese improvisado altar de infancias compartidas.
¿Cómo construir a partir de los cimientos en ruina?
Sólo espero encontrar mi camino entre tanta bruma y escombros, y superar la inmensa nostalgia que en las noches de sueño me desborda.

lunes, 14 de enero de 2008

Ay amor de mi vida

Nunca dejo de sorprenderme de las cosas que provoca en la gente el amor...
Maldito cupido que se empeña en manejarnos como titeres, permitiendo que hagamos el ridiculo ante ojos ajenos....
Es un hechizo, transmitido con pequeñas miradas, largas miradas...
Y terminamos en un remolino, sin poder siquiera detenerlo a tiempo.
Y en realidad, para que detenerlo?
Sí, es verdad, se lleva el techo de mi casa, los arboles que la custodian y el corazon de uno, de paso.
Pero eso que importa!
Nos quedan los recuerdos, lo que sintio nuestro cuerpo, sabremos que no tuvimos vergüenza de ser unos pobres tontos, sin remedio alguno.
Al menos por una vez, nos dimos el lujo de sentir cada paso y cada huella dejada con súbita pasión, sin que nos importen los relojes tiranos ni las hojas caidas del calendario.
Quienes tienen el privilegio de sentir "eso", sepanse importantes señores, sepanse dueños de haber podido vivir un sueño, mí sueño...
Algunas veces la hermosura de caer al vacío, de sentir a flor de piel el vértigo, resulta ser una verdad insondable. Y hay que aceptarla, como viene, sin seguridades ni prejuicios.
Tan sólo sentir. Pecado mortal el negarlo.
Tómenme la palabra.

martes, 8 de enero de 2008

La fuente

The Fountain.

Bellisima pelicula. Es para verla junto a alguien especial, aunque obvio que yo no disfruté de ese privilegio.

Asi que es para Mariana, para Nena, para Luz.... bah, y tambien para los "solos", porque no?

Se trata de la historia de Tommy, un doctor empecinado en investigar y experimentar por medio de sus conocimientos, para descubrir la cura para la enfermedad de Izzi, su mujer.


En la pelicula se cruzan la historia de vida de ellos dos, y la fantasia, personificada por ellos asumiendo los personajes del libro de Izzi, el cual no tiene un final todavia.

Les aconsejo unos pañuelitos antes de verla... Habiendo visto Requiem para un sueño y Pi, la verdad es que tenia un poco de temor por esa mente algo trastornada y demasiado lucida de Darren Aronofsky, el director de La fuente y las peliculas q acabo de mencionar, pero no hay que dejarse intimidar por sus pergaminos... hay que tomar riesgos y zambullirse de una a este filme, bastante diferente a los dos previos, y simple y sencillamente hermoso.

sábado, 5 de enero de 2008

Promesa...

Prometo publicar algo nuevo pronto... es que estoy en Salta, de vacaciones, sin internet...pero con mucho por contar y varias fotos por mostrar... Hay que esperar...

Ah, cierto...Feliz año nuevo!!!!!!!!
Pronto publicare algo al respecto