sábado, 25 de octubre de 2008

Desangrándome... de a poquito. Y quizás sanando

Soy como Vero, en "La mujer sin cabeza". Estoy viviendo en un mundo que me resulta extraño a cada paso que doy. El pasado entrañable y el presente injusto se funden en cada rincón expuesto de esta ciudad. Ya no importan las lluvias, el viento o los murmullos lejanos.
Me siento rendida. Ya no entiendo la lógica de esta vida. No entiendo el engranaje. He llegado a la perdición.
No soporto los espejos, no tolero mi cuerpo ni mi mente. Quiero volver atrás desesperadamente para no escucharlo decir que no me quiere. Quiero quitar esa nota de mis manos. Detesto esta realidad consciente, insoportable. Quisiera desconectarme y sólo permanecer con la mente en blanco, sin sentir nada. No más confusión, no más dolor.
Ya no quiero soñar, no tiene sentido en mi vida. Tiraría ya todos mis libros, dejaría de estudiary memorizar oraciones triviales que ya no puedo procesar.
No quiero volver a amar. es un sentimiento vano, injustificado y doloroso.
Me dirán cobarde, depresiva, tal vez pesimista. En realidad no soy ninguna de esas cosas. Solamente tengo el corazón roto.

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