jueves, 25 de octubre de 2007

Rescatado un 18 de octubre (de este año)


A solo un metro de mi vista y ni a un solo centimetro de distancia de mi alma.
Él. Todo un misterio para el entendimiento humano y un libro abierto para mi.
¿Qué escribe? ¿Qué respira? ¿Qué piensa?
Zambullirme en su pensamiento es demasiado riesgoso. Tengo miedo de no querer volver atrás.
Hoy, como tantos otros dias, pareces un angel. Con alitas negras, resplandecientes, que lo cubren todo y no dejan nada ileso a su paso.
No puedo dejar de mirarte.
Se que ya no puedo siquiera acercarme. Te quiero a la distancia, aunque todos los dias te vea. Verte me alegra y deprime al mismo tiempo. Verte me hace recordar que no puedo. Que la vida no me lo permite. Dios no me lo permite. Y si quieren, tampoco al destino le hace mucha gracia. Sera que todos tenemos algo pero nos falta siempre lo otro.
Esa es mi carencia, mi condena.
Te veo, y me veo perdida de repente. En mi ingenuidad constante. Siento que avanzo dos pasos y retrocedo tres.
Quiero dejar de hacer preguntas, de sentir mil voces que me ahogan murmullandome mil y un soluciones contradictorias. Sólo quiero verte, sentirte... y soñar.
No ocultes tus manos, tus piernas, tu alma. Dejame seguir sintiendote. Dejame hablarte, conocerte y mostrarme. Asi, tal cual soy.
Oscura, niña, de pestañas frágiles y corazon en pena, singular y rasante, pequeña y emotiva.
De ojos tímidos y alma transparente.

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