domingo, 2 de septiembre de 2007

La noche te trae sorpresas

He aquí mi relación amor odio con la noche.
El temita de la oscuridad nunca ha sido mi fuerte, pero es cierto que muchas veces la vida se pone mas interesante en las altas horas de la noche...
Ayer salí a bailar. No salgo mucho porque mil y un inconvenientes suelen surgir en la antesala de futuros planes.
En fin, me paso de todo. Un remisero que no llegaba a buscarme, debe tenerse en cuenta que eran casi las 1 y media de la mañana. Tuve que mandarme a la calle y subirme a un remis al azar. Llegue al Abasto aunque solo una vez hace unos meses había ido y no tenia idea donde era el boliche en cuestión.
Bien, lo encontré. Ahora a buscar a mis amigas. Ese dia me iba a reunir con 2 grupos de amigos. Y aunque suene sorprendente, estaba ahí, yo, sola, esperando a algunos de ellos y a la vez rodeada de gente. Desconocidos. Si, estoy en Tucuman, me decía a mi misma. Así es mi vida. Y me mande nomas a esperar poder entrar en la fila. Encima unos patovicas de 2 metros y medio me bloquearon el paso y se colaron los vivos. Ahí nomas deseaba ser hombre. Igual mi ilusión no duro ni 2 minutos.
Y así, media hora, muerta de frío, sin entender que hacia ahí, riéndome de mi propia ridiculez, me reía hasta de mi seriedad tipo "nadie mas me va a robar mi lugar. Esta fila es mía!!!"
Si, era mía, hasta que llegan mis amigas, yo ya a punto de entrar y me hacen ir por otro lugar y entramos sin problema.
Perfecto: media hora de cola al re pe...
Entro, bailo, le pongo onda (esa es la magia de la resinación) y me turno para estar con mis dos grupos de amigos. De aquí para allá. Igual no me duro mucho la estrategia. Apareció como mandado por piedad a mi indiferente y vacío 2007 (hasta ahora). Y así reí, abracé, baile... feliz noche y feliz septiembre. Lo que necesitaba. Disfrutar la vida y reconciliarme con la noche.
Y sonaron las 4 de la mañana, adios y gracias por la sonrisa y por los pasos locos.
Si, así es. Volvía a la realidad y no era muy linda que digamos ¿No puede durar esta noche un poquito mas?
No, porque lo bueno suele durar poco y esta bien que sea así. Lo disfruto mas, soy yo y nadie mas. No mas apariencias, ni múltiples personalidades. El milagro se dio por un ratito: la Gisela de Tartagal, se unía con la de Salta y la de Tucuman, al igual que sus respectivas subdivisiones. Era una sola. Una Gisela feliz.
Lo triste es que hoy me desperté y estaba perdida. Entre la decepción y los problemas, entre el dolor de no poder salvar lo insalvable y el sentir que no hay salida, estaba abrumada. Pero dormí la siesta, charle con doña Mari con el vientito a nuestro favor, salí a la Santiago a caminar y vino el alivio. La noche me vuelve a sorprender con su contención y le agradezco.
Y llego así a creer en lo que una personita en sueños me dijo:
No te preocupes. Todo va a estar bien.

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